martes, 23 de septiembre de 2008

Presupuestos bonitos, para burocracias bonitas

A pocos meses de ser definitivos tanto el presupuesto federal, como los Estatales, el tema se torna difícil. El rezago en materia social sigue siendo evidente y las ganas de resolverlo hoy están puestas en la cruzada por la seguridad nacional, la actual redentora de la justicia social.

El presupuesto es el insumo sobre el cuál se basan los mejores deseos de un Estado. Es a través del ejercicio del presupuesto precedido a una planeación -en base a las demandas y necesidades de la ciudadanía, que una nación, una entidad o un municipio llegan a cabal cumplimiento de sus metas. El presupuesto de una nación no es infinito, al contrario, es limitado, único y escaso. Es a través de la recaudación, nuestras remesas y las “ganancias” del petróleo que se puede determinar dichoso monto; de allí que nos vemos seriamente perjudicados. -50 por ciento de la recaudación de México tiene como origen el impuesto sobre el consumo, y sólo el 28 por ciento proviene del Impuesto Sobre la Renta; bajo en comparación con otros países de la OCCDE.

Hace algunos días el secretario de Hacienda Agustín Carstens asintió a un aumento del 40 por ciento a la seguridad nacional sugerido por el jefe máximo de las Fuerzas armadas: el Presidente Calderón y presentó dicha modificación al Congreso de la unión.

Los incrementos van de esta forma: 50 por ciento en el presupuesto de la Secretaria de Seguridad Pública federal, para la PGR se ha sugerido un incremento de 25 por ciento, un 20 por ciento para la Secretaría de Defensa Nacional y de 13 por ciento para la Secretaría de Marina.

Lo cierto es que nuestro presupuesto escueto, generado por nuestra insuficiente recaudación es hoy (y como cada año) motivo de controversia. Los números hablan por sí solos, ¿si habrá más dinero a seguridad, a qué se le está quitando?

La Sagarpa recibirá 3 mil 233 millones menos de los casi sesenta cinco mil millones que solía recibir (lo que resultara en menos apoyo al campo y productores ganaderos como los que ayer hicieron su derrochante aparición en la ciudad).

Educación sólo recibe once mil millones de más colocándolo en un 6.9 de representación del PIB cuando seguridad representaría casi el 15.

Finalmente la Secretaría de desarrollo social asciende a 2.3% del PIB y recibe un ligero aumento de 16 mil millones de pesos.

El tema se repite en escalas estatales, y será el 30 de septiembre cuando sea presentado el proyecto de seguridad de nuestro Estado. Ayer por lo pronto tuve oportunidad de asistir a la Segunda Semana de las Ciencias Políticas y la Gestión Pública Organizada por alumnos del ITESO cuya primera mesa de discusión se basó en la planeación y el presupuesto. Asistieron dos personajes clave en este tema, el Secretario de planeación, Víctor Manuel González Romero y el diputado Jorge Salinas Osorio, Presidente de la Comisión de Hacienda y Presupuestos del Congreso del Estado. La mesa también estaba conformada por académicos tanto del ITESO como de la UNAM y un representante de un organismo de la sociedad civil, que abundaron sobre el tema del presupuesto participativo.

Los funcionarios se limitaron a dar una descripción de sus actividades. El diputado refirió como todo político a sus avances en materia de reforma a las leyes presupuestarias.

El detalle de la reunión que a mi me causó ruido, fue que los discursos de la academia iban muy apartados a los de los funcionarios. Si la ponencia se llamaba Democracia, planeación y presupuesto, por que unos sólo hablaron de democracia y presupuesto, otros democracia y planeación y otro –los funcionarios- sólo planeación y presupuesto, presuponiendo que la democracia se da de hecho, sin necesidad de construirla.

La discusión se tradujo en una concepción distinta de la democracia. Mientras los catedráticos expresaron la necesidad de una democracia participativa en la que resalto la exposición de la investigadora de la UNAM Alicia Ziccardi. Los funcionarios solo veían a la democracia como la simple representación de la que son etiquetados como los únicos tomadores de decisiones.

Por un lado, se explicó que abiertamente no había algún proyecto a seguir para volver el presupuesto del Estado Jalisco una ventana a la participación. Salvo casos como el de movilidad promovida por ciudadanos que alcanzó a colarse en las listas de quehaceres políticos como explicó Jorge Salinas

Los presupuestos participativos según se comentó en la reunión, habrán de resolverse sólo en las arcas municipales, y de municipios pequeños como el caso de Cuquió, que fue presentado en esa misma mesa y puesto en contraste con el caso de Porto Alegre en Brasil -de donde surge dicha idea participativa.

Pero a mí me quedó la duda (que finalmente externé). Si son escasos los proyectos en los que la ciudadanía puede participar a nivel estatal –nuestra incidencia política como ciudadanos también es nula. ¿Cómo -pregunté- ustedes como funcionarios, nos harán participes al menos en el blindaje del presupuesto estatal para evitar la discresionalidad de la que tanto hablan? ¿Qué tanto seremos tomados en cuenta, no sólo como opinión pública sino como simples ciudadanos en los próximos eventos por ver? ¿Qué decir de los dineros “regalados” a empresas, a la Iglesia, eso estaba presupuestado? ¿Qué decir del exacerbado presupuesto a partidos para 2009?

Su respuesta: -no sé si para mi sorpresa o mi regocijo, la única que un diputado puede decir: _¡qué buena pregunta! Agregó una explicación revuelta donde hizo alusión al famoso tema de movilidad y donde recordó la obligatoriedad de hacer saber “la justificación de cualquier peso” por gastar, cosa que a palabras de Salinas: “los partidos no han sabido hacer”.

Ya no pregunté una última duda que me quedó. Dado que este fin de semana se realizó el evento Miss burócrata (suceso que supongo estuvo presupuestado para este 2008) dando el triunfo a Nayeli Maciel Mendoza, de la Secretaria de Finanzas, cuándo veríamos al edición de caballeros: “Mister burocracy”. ¡Hagan sus apuestas, que yo hago las quinielas!


Del olvido al no me acuerdo


Parecen tranquilas las aguas de la UdeG, al menos eso nos hacen creer, al menos los medios nos dejan descansar un poco. Pero las artimañas siguen dentro. Las luchas de poder allí sobreviven, entre la paz, el silencio, la comodidad y el miedo.

Ayer por primera ves y después de terminada la lucha mediática de Briseño y contra Briseño, aparece el ganador: Raúl Padilla. Delgado, arreglado y listo para lo suyo: la cultura.

Poseedor “legítimo” de un puesto honorario de que más que dinero, ofrece poder. Un poder limpio, un poder entre intelectuales, entre ricos, entre políticos y porros. Un poder que parecería más un poderío, pero él, limpio de sus manos.

Convencido de que él no tiene nada que ver. Y haciéndonos creer que lo que vimos, vivimos y sufrimos las semanas pasadas fueron un gran montaje, digno de haber sido producido por él. No cabe duda que es un gran maestroo de “chow bisness aunque él, no tenga nada que ver.

Un montaje mediático para ocultar cosas, ¿qué cosas? no lo sabemos pero como él esta libre de pecado y se mantiene al margen de las decisiones autónomas de la Universidad pues no tiene nada que temer.

Difícil será olvidar un evento como este sucedido en la universidad, si bien no llego lejos dado que la estrategia seguida no fue la más inteligente, por fin se escucho (como siempre lo he dicho) lo inescuchable, lo indecible, el gran secreto a voces llamado mafia de Padilla. Un secretito que no sólo define el rumbo de la valerosa casa de estudios, sino de otras decisiones por demás importantes como las que se determinan en el seno del partido de la revolución democrática PRD. Mismas que marcan línea a los diputados estatales y federales y que son encubados en esta ciudad.
Quizá no recordaremos los matices, las histerias, los gritos, las lagrimas. Todas esas emociones que envolvieron el evento de esa trágica destitución. Nos quedarán ganas de seguir riendo por la mala planeación de un cadáver político y quizá el ansia de nunca haber exigido, ni siquiera una auditoria.

Ahora que vengan nuevos eventos políticos, otros chismes candentes, otras controversias de corta vida y olvidemos lo trascendente, olvidemos lo fundamental, olvidemos que esa institución forma a los jaliscienses y que Jalisco seguirá con su clásica historia de gobierno, empresarios, academia y ciudadanos timoratos.

La mano que mece la cuna


Una asamblea con olor a circo, una discusión absurda sobre el orden del día, la confianza innegable por parte del Rector que hacen pensar en que traía un as bajo la manga. De allí, el error, la escuelita legislativa por demás interiorizada: no dejar pasar nada. Una destitución ilegal, el desacato a una disposición legal antes concedida por un Juez. Arbitrariamente se nombró Rector a Cortés Guardado. La noticia corrió y 15 minutos fueron suficientes para que los medios desconocieran a Briseño. De allí en adelante dedicaron sus esfuerzos por llevar la nota fresca, la tergiversada, sumada la declarasionitis aguda. Nadie recordó que apenas horas antes tenían a otro de quien hablar. El berrinche y la derrota así fue pasó uno de los grandes capítulos de la vida institucional de la Universidad de Guadalajara.

De la bravuconería al llanto, del altruismo a la desesperación, del poder a la sombra. Del titular a la editorial. Hoy al menos Briseño amanece menos aporreado que días anteriores. Si bien los titulares en la prensa no le adjudican el gane definitivo como lo hicieron con el Consejo Universitario el vienes y sábado pasado. Hoy Briseño retoma fuerza, luego de que se descubrió endeble, traicionado, solo. Pero la fuerza que controla la universidad lo dejará volver a entrar. Por pronto hoy Leonardo Schwebel (bastión de la información en medios UdeG se une a la lista de desplazados por el sistema.

Me apenan estos temas por que definitivamente dan de que hablar no sólo aquí en la perla, sino en el interior y fuera del país (con eso de que la universidad mantiene tanto convenio y negocios a nivel internacional). Algunos se preguntarán ¿Ésas son las mafias de la segunda casa de estudios en México? Yo respondería… y las que no podemos ver.

Pero estos problemas no los dejo de ver como una muestra más de nuestra humanidad. Por un lado advierto la lucha por el poder cooptado de un cacique anquilosado en sus obras faraónica que han dado mucho a la cultura del Estado pero que esconden las facturas del rezago en otras materias. Por otro lado veo un suicida político, abanderado por causas legitimas, esas que todos defendemos cuando interiorizamos que podríamos estar mejor. ¿Pero sería posible llevarlas acabo de lado de Briseño? Ó Dejaremos que el famoso grupo Universidad se encargue una vez más de maquillar sus procesos y hacernos creer que estamos en una nueva era de la Universidad.

Finalmente la resignación a una riña poco redituable, la espalda de la borregada miedosa y cómoda, que por veinte años no se han atrevido a decir no más, “ni pa’ ti ni pa’ mi”. Pero nunca nosotros.

No veo condiciones de democratización de la Universidad. Veo un títere endemoniado que dice llamar rector sustituto más golpista que estudioso de la política y veo a un desertor del poder, profundamente ansioso de él. Sus intereses los comparten, la UdeG para alguien, ya sea el rey ya sea el guerrero doble cara que solía ser cuadrilla de seguridad.

Pero veo al menos intentos, que por más viscerales, son valiosos para nuestra historia, para nuestra Universidad. La de los jaliscienses. La pugna del poder sigue, el tema ahora definido por la justicia, seguirá dando de qué hablar, por lo pronto una invitación está hecha, una marcha a palacio de gobierno a “ratificar el compromiso con la Universidad de Guadalajara”. No me queda claro si el escenario cambia, lo que veo es que rectores van rectores vienen y la universidad sigue igual, fragmentada.

El costo como siempre lo asumimos todos. De un lado los de élite ¿Qué ya no habrá grandes eventos para ricos? Con eso de que se limitaron los fondos a faraónicos proyectos. De otro lado los pobres, los estudiantes, los profesores medianos. Habrá menos espacios en la universidad, menos presupuesto para aulas, para profesores. Y nóminas quizá al doble.

Todo lo suscitado me recuerda que estamos viviendo una deliciosa película de suspenso, a un clásico noventero “La mano que mece la cuna”. Yo Agregaría “y el niño que muerde la mano”.