jueves, 16 de octubre de 2008

Factura de excesos

Abatidos por un fenómeno mundial, nuestro gordito Carstens, Guillermito Ortiz y el chaparrito abanderado se vieron sorprendidos al saber que el haber hecho la tarea, no fue suficiente, el maestro capitalismo califica eso, y más.

El capitalismo cuando fue joven exigió a mano alzada cualquier cosa que le pareció pertinente, alzó a voces su consigna “haz lo que yo te digo, pero no digas lo que yo hago”. Y fue así que exigió al mundo subdesarrollado: no déficit, apertura comercial, baja de aranceles, movilidad de producción, bolsa de valores. Democracia, gobiernos pequeños, grandes economías. Repudió las mayorías y se abrazo de las elites económicas. Hoy vemos al capitalismo derrotado, viejo, sin ánimos de recuperación. Reconocerse como caballero le obligaría claudicar y vivir en una senectud digna, pero es muy difícil, lo cierto es que va a mutar y de allí la importancia de seguir pendiente a lo que sucede.

Factura de excesos, es el saldo negativo del capitalismo. Hoy la derrota es evidente, la debacle como algunos la llaman a esta crisis financiera que afecta hasta las economías más solidas del mundo (incluida la nuestra, según Carstens) ha llegado para quedarse.

Expertos como el ex Secretario de economía García de Alba calculan la regeneración a dos años. Otros más escépticos como el Doctor Nacho Román, le ven la punta en más tiempo, tan largo como hacía mucho no lo veíamos, pero insuficiente como para regenerar el tejido social de países como el nuestro.

Eufemismos baratos “como bache con agua”, “Gripita”, “toz” fueron las únicas respuestas a la incertidumbre que ellos mismos crearon. Es atroz, la ineficiencia técnica de nuestras autoridades para prever una situación de tan delicada índole y es por aún como plantean sus soluciones.

La solución que plantean es tan pequeña como querer abatir al dengue con paracetamol. Grande les quedó el puesto y si doctores fueran ya nos habrían matado (preferible ver de vuelta a Rodríguez Sancho ).

Si bien, los compromisos de cómo hemos de enfrentar la crisis en lo nacional no son ilustrativos, mucho menos quedan claros en lo local. Pequeñas intensiones se han advertido por parte del Secretario de Finanzas para paliar la situación, como disminuir el gasto corriente, congelar plazas, y atraer inversión por medio de grandes proyectos de inversión como los panamericanos. Pero la medicina sigue siendo menor, y solo nos recuerda que la gran solución es ¡Hacer bien su chamba!

Ahora bien creo que la lección va sopesar más en lo individual. Siempre no achacan a nosotros los jóvenes que de nosotros depende el futuro, que nosotros abatiremos los errores del pasado, y la verdad es que nunca me había quedado tan claro, como hasta hace unos días en que dimensioné lo que hoy estamos viviendo. Veo con gusto lo que sucede porque por primera vez entiendo que hoy soy parte de una histórica generación. El compromiso con el futuro se firmó hace apenas unos días, pero no sé cuantos estén enterados.

Cuando los paradigmas históricos cambian los tres grandes pilares del mundo, -la economía, la política y la cultura se transforman.

De allí que la crisis económica que vemos en nuestros días, aunado a las elecciones de Estados unidos y la cultura “emo” (por caricaturizar la situación cultural) provocarán nuevas ópticas para ver al mundo, nuevos conflictos y nuevas formas de resolverlos. Así, la historia se repetirá esperando que nuevos excesos que den fin a un recién nacido mundo, o a un mundo veterano y en retiro.

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